viernes, 20 de octubre de 2017

Anatomía del artículo científico

Dos neurocientíficos de EEUU, Brett Mensh y Konrad Kording, acaban de publicar un artículo donde describen 10 simples reglas a tener presentes en el  momento de escribir un artículo científico (‘Ten simple rules for structuring papers', ver link abajo). Al margen del esfuerzo que puede suponernos escribir un artículo para una revista científica, estas reglas pueden facilitarnos mucho el trabajo, así que junto con unas apreciaciones personales, les resumo las ideas planteadas.

El artículo empieza con un mensaje claro: 'escribir y leer artículos científicos son cualidades claves para los científicos'. Además, añaden que hay varios actores a considerar: los editores (que quieren asegurarse que el artículo es relevante para su revista), los revisores (que deben determinar si las conclusiones se justifican con los resultados y demás partes del trabajo), el lector (que quiere entender rápidamente las conclusiones del artículo antes de decidir si lee todo o gran parte del trabajo), y por supuesto el escritor (que quiere trasmitir sus contribuciones a una gran audiencia y convencer a los especialistas que sus hallazgos son relevantes y creíbles). Escribir es comunicar, y para que esto sea efectivo, nuestro artículo científico debe cumplir 3 objetivos: ser de fácil lectura, ser creíble, y ser memorable (es decir, que sea recordado por el lector). Sin duda una labor compleja, así que vamos a ello.

Antes mencionar que las 10 reglas se agrupan en 3 bloques: 1-4 son principios para aplicar a todas las partes (así como a grants y pósters), 5-8 trata de los objetivos primarios de cada una de las partes claves del artículo, y 9-10 son guías a seguir en el momento de redactar el texto.
Ahora sí, veamos esas 10 reglas:

Cuando escribas ten siempre presente al lector

1.       Enfoca el texto en una sola idea principal (reflejada en el título).
Tu trabajo como escritor tendrá éxito si el lector puede entender y retener la contribución principal. Tu artículo puede contener otras novedades, pero éstas no deben quitar protagonismo al mensaje central. Los artículos que muestran múltiples contribuciones relevantes en un solo texto suelen ser menos convincentes, y por lo tanto menos memorables. Hay que tener presente que lo más importante es el título, a partir de él los lectores deciden si siguen leyendo o no. Además, un buen título te recuerda constantemente la idea principal que quieres trasmitir.

2.       Escribe para personas de carne y hueso que no conocen tu trabajo.
Es muy posible que tú seas el experto mundial de lo que estás haciendo, pero es necesario definir claramente los nombres técnicos porque puede ser frustrante para el lector si no los entiende. Evita usar abreviaturas y acrónimos, así el lector no se verá obligado a interrumpir su lectura para revisar a qué se refiere determinado término. También es muy útil aplicar conocimientos básicos de psicología humana, por ejemplo, en un listado es más fácil recordar lo primero y lo último antes que lo del medio.

3.       Sigue el esquema Contexto – Contenido – Conclusión.
Esto es, a mi parecer, la regla más trascendental. La gran mayoría de lecturas (cuentos, novelas, etc) tienen una estructura que incluye un comienzo, un cuerpo y un final. Los artículos científicos deben tener  también una estructura similar que ayude al lector a seguir poco a poco el desarrollo de la historia para su completa comprensión. Este esquema debe seguirse a nivel de todo el manuscrito (contexto = introducción, contenido = resultados, y conclusiones = discusión), así como a nivel de cada párrafo (contexto = la primera frase, contenido = frases intermedias, y conclusión = última frase).

4.       Optimiza el flujo lógico evitando los zigzag y utilizando paralelismos.
Evita el zigzag, solo la idea central debe ser mencionada múltiples veces; el resto de tópicos deben ocupar un lugar apropiado siguiendo la lógica y  la secuencia del relato. También procura que los textos o párrafos relacionados estén próximos. Utiliza paralelismos,  es decir, redacta fragmentos similares, o de sintaxis similar, cuando menciones diferentes enunciados sobre un mismo tópico; también aplica este paralelismo al formato o estructura que le das a los párrafos.

Los componentes del artículo

Fig. 1. Resumen de los elementos estructurales de un artículo en tres escalas espaciales: en secciones, a través de párrafos y dentro de párrafos. Tener en cuenta que el resumen (abstract) es especial ya que contiene los tres elementos (Contexto, Contenido y Conclusión).

5.       Cuenta la historia completa en el abstract.
El abstract - o resumen - es con mucha probabilidad la parte del artículo que será leída por la mayoría de lectores. Sigue el esquema C-C-C: en el contexto escribe qué vacío de información se cubrirá, recuerda que la primera oración orienta e introduce al lector en el amplio campo donde se sitúa la investigación, continúa con un corto párrafo que debe acabar con la pregunta que la investigación responde. En el contenido, describe brevemente la metodología seguida, y un resumen ejecutivo de los resultados. En la conclusión, redacta la interpretación que le das a los resultados para responder la pregunta formulada al final del contexto, de forma adicional puedes resaltar la importancia de los hallazgos.

6.       Comunica en la introducción por qué es importante tu artículo.
La introducción resalta el vacío de información que hay en el conocimiento actual, o en la metodología, y por qué es importante llenar ese vacío. Para ello se usan un conjunto de párrafos progresivos que culminan en una clara exposición de lo que ”no hay” en la literatura, seguido por un párrafo resumen que habla de lo que tu manuscrito aportará. La introducción no debe contener una amplia revisión bibliográfica, sino solo aquella necesaria para explicar el vacío de información.
Siguiendo un esquema que va de lo más general a lo más específico, cada párrafo (excepto el último) debe primero orientar al lector sobre determinado tópico asociado al objetivo central del estudio (contexto), luego explicar los “conocimientos” que hay en la literatura relevante (contenido), para finalmente culminar con expresiones que resalten lo “desconocido” o frases que sirvan de conexión con el siguiente párrafo (conclusión).
El último párrafo es especial, de forma compacta presenta los resultados que llenarán el vacío de información que has detallado. Este se diferencia del abstract en que no necesitas mostrar el contexto, es un poco más específico con los resultados, y muestra brevemente la conclusión del artículo, como mucho.

7.       Comunica los resultados como una secuencia de enunciados, apoyados por figuras, que conectan lógicamente para dar apoyo a la contribución central.
Esta sección necesita convencer al lector que el hallazgo central está apoyado por los datos y la lógica. Cada argumento científico tiene su propia estructura lógica, lo cual dicta la secuencia en la que deben mostrarse los elementos.
El primer párrafo debe resumir el enfoque global de la respuesta al problema planteado. También puede incluir algún método innovador desarrollado, considerando que la mayoría de lectores no lee la sección de material y métodos, de esta forma pueden enterarse de la esencia de la metodología que se usó.
Cada párrafo subsecuente empieza con 1 ó 2 frases que plantean la pregunta que el párrafo contesta, la parte media del párrafo presenta los datos y la lógica que se relacionan con la pregunta, y concluye con una frase que responde la pregunta.
La figuras, sus títulos, y sus leyendas son de particular importancia porque muestran el apoyo más objetivo de los pasos que han llevado a la redacción del artículo. Muchos lectores irán directamente a las figuras después de leer el abstract (por economizar tiempo), así que conviene dedicarle tiempo e ingenio a su edición.

8.       Discute cómo  el vacío de información fue llenado, las limitaciones de la interpretación, y la relevancia para el campo de estudio.
En la discusión se explica cómo los resultados han llenado el vacío de información previamente identificado y explicado en la introducción, también se puede incluir observaciones sobre la propia interpretación, y se describe cómo  el trabajo contribuye al campo de acción proveyendo de nuevas herramientas y/o conocimientos. Esto se hace recapitulando los resultados, discutiendo las limitaciones, y luego revelando cómo  la contribución central puede catalizar progresos futuros.
Un primer párrafo puede resumir los hallazgos importantes de la sección de resultados. Cada uno de los siguientes párrafos empieza describiendo las debilidades o fortalezas del trabajo, y lo asocia a literatura relevante. En esta sección los párrafos suelen concluir describiendo una inteligente o informal forma de percibir la contribución, o planteando direcciones futuras hacia donde extender las investigaciones.

Guías de redacción

9.       Asigna el tiempo necesario a cada sección: título, abstract, figuras y perfil del texto.
Asigna y distribuye tu tiempo de acuerdo a la importancia de cada sección. Ten presente que el título, el abstract y las figuras son lo mas visto por la mayoría de lectores, y la metodología lo que menos (esto no aplica para los revisores que mirarán hasta los puntos y comas que usaste).
El tiempo que dedicamos a cada sección puede ser utilizado más eficientemente si planificamos el texto antes de producirlo. Para esto ayuda mucho elaborar un esquema, el cual ayuda a construir textos sin perder de vista las ideas que queremos transmitir, y a la vez evita que perdamos tiempo redactando párrafos que no terminan de encajar en el conjunto de la historia que contamos.

10.   Pide opiniones para abreviar, revisar o reciclar la historia.
Un artículo bien escrito usualmente requiere la opinión de varias personas. Testar a los lectores es necesario para estar seguros de que el argumento expuesto se entiende (aquí también cuenta la opinión de los revisores de la revista científica, ya que son bastante más específicos con los párrafos que necesitan ser mejorados). Para esto es fundamental tener una red de colegas críticos que sirvan como “revisores pre-journal”, una tarea que debe funcionar de forma recíproca.

En este artículo, los autores se han enfocado en la estructura (anatomía) de un artículo científico, pero hay otros factores trascendentales como la escritura misma, la selección de términos adecuados, la gramática, el proceso creativo, la colaboración, y otros más, que deben también ser tomados en cuenta.

Bien, hasta aquí un resumen y selección de lo que considero las ideas principales, sin embargo, creo prudente y necesario darle una lectura completa al texto, que además es de acceso libre. Aquí les copio el link:


Por último, añadir que no creo que haya una única forma de redactar artículos científicos, pero es bueno tener un modelo y ciertas pautas como las que estos autores sugieren, también ayuda mucho  leer y ver la estructura de artículos similares en nuestra área de investigación, y por supuesto la práctica. Quiero agradecer a los Doctores Brett Mensh y Konrad Kording por permitirme utilizar su artículo en este blog. Espero que esta información les sea de mucha ayuda.




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